OBSERVA TUS EMOCIONES.

“La emoción es un estado mental poderosamente cargado de sentimiento” S.S.Dalai Lama.

En el Budismo tibetano se habla de canales (tsa), de viento (lung) por donde circula una  chispa divina (tigle) que conecta el cuerpo físico con nuestra mente, nuestras emociones.

En Yoga , nos encontramos con un flujo de energia (prāna) que circula por canales sutiles (nādis) llevando  la “conciencia” a diferentes lugares de nuestro cuerpo físico.

La física cuántica , nos habla del poder de la mente y de las emociones y de cómo éstas influyen en nuestro cuerpo físico. De sustancias químicas que corresponden a la ira, a la tristeza, la victimización….una sustancia química para cada estado emocional. Nuestras emociones, nuestros pensamientos afectan nuestra realidad y nuestra vida.

Me pregunto….quién está al mando de nuestras emociones cuando las controlamos o respondemos a ellas?

Para decirlo de una manera simple,… sabemos que fisiológicamente las células nerviosas se conectan entre si. Si practicamos o experimentamos algo una y otra vez, las células nerviosas establecen una relación a “largo plazo”.

Si me enojo a diario, si me frustro a diario , o sufro a diario, estoy creando una red neuronal a largo plazo.

Pero si interrumpo esa relación, ésta se va perdiendo y desconectando y, puedo comenzar a “observar esa emoción” con una respuesta NO automática, observándola consciente e intencionalmente.

He aqui la importancia de entrenarse en este mecanismo que no se da naturalmente porque hemos perdido a lo largo de nuestra vida esa capacidad de “observar” desde el punto de vista de “el observador” y no de nuestra identificación.

Empieza por escuchar la voz que habla dentro de tu cabeza. Presta mucha atención a cualquier patrón de pensamiento repetitivo, a esos viejas cintas grabadas que pueden haber estado dando vueltas en tu cabeza durante años.

Este proceso es “ observar al pensador”. Dicho en lenguaje más simple: escucha la voz dentro de tu cabeza, mantente allí como presencia que atestigua.

Asi, cuando escuches un pensamiento o experimentes una emoción, no sólo serás consciente de ese pensamiento o emoción, sino también  te reconocerás como testigo de ese proceso. Aqui aparece en escena una nueva dimensión de conciencia que está por encima del pensamiento.

Hoy vivimos en un estado de “desapego emocional.”  Considerando que las emociones son estasdos mentales, y que estos estados son capaces de afectarnos y cambiar nuestro cuerpo, creo que vale la pena comenzar a trabajar con ellas de manera consciente.

~ Lilita Engelmann